Los profetas, el corazón de Dios en la Historia
La
clave de la Escritura
1. ¿Qué son los Profetas? El
corazón de Dios en la Historia. El "corazón" de Dios es la voz de
Dios; la Historia es la única historia que existe en la Biblia, la
"historia de salvación. Dios no puede tener con los hombres otra historia
que historia de salvación.
2. Con los profetas nos adentramos
en las puras esencias de la Biblia. Hasta diríamos que son el centro de la
revelación. La FE, expresión que en este momento quiere abarcar todos los
componentes de la relación de Dios con el hombre, tiene tres expresiones
indisolubles, ayer como hoy:
- la Alianza, codificada en Normas
de vida revelada;
- el Culto, proyectado en el
servicio a la Comunidad y toda la familia humana;
- la Profecía, alma de la Alianza y
el Culto.
3. La Profecía, pues, que podemos
considerarla como la vibración del Espíritu en la vida, y por lo mismo en la
historia, es el conglutinante de toda actividad y expresión de la Fe, incluida
la Sabiduría, que en Israel es la meditación de la Torá, para que la Sabiduría
tenga el efluvio de la revelación; es el alma de la Palabra de Dios.
4. La Escritura, para el pueblo de
la primera Alianza, se compone de tres partes: TORÁ (Ley de la Alianza,
establecida sobre los hechos de la Historia de salvación); NEBIÍM o Profetas
(plural de Nabí, profeta); y KETUBIM o Escritos (plural de Katub, participio,
que significa "escrito").
De otra parte, puede resumirse en
este binomio: La Ley y los Profetas, como se ve en Mt 5,17: "No penéis que
he venido a abolir la LEY Y LOS PROFETAS".
Se puede pensar que lo principal es
la Torá, que persiste incluso en el cielo, porque el cielo será el estudio
incesante de la Torá, en la que Dios ha puesto sentidos infinitos.
La Torá
- es el Código de la Fe,
- es la manifestación de la
voluntad de Dios que hace Alianza de amor con los hombres,
- es la Historia de salvación de
Dios con los hombres, pues Dios sólo se revela haciendo historia con nosotros.
Diríase, por tanto, que la Torá es
lo más importante, y que, incluso, en la Torá está todo.
Ahora bien, la Torá llega a nosotros
comunicada como Palabra profética. El texto con que comienzan estas notas de
clase son un texto profético, por cuanto que los mandamientos y la Alianza
están orientados con la voz de Dios, que los profetas nos transmiten: Escucha,
Israel: Shemá, Yishrael...
5. Por ello, la Profecía es la
Tradición de Dios en la Historia, la fidelidad de Dios a su propio amor, el
recordatorio constante de la Alianza. En este sentido decimos que la Profecía
es el alma de la Escritura.
6. Y la estructura de la fe de la
Iglesia podemos decir lo mismo: la Profecía, es decir, el Espíritu en al
Iglesia, es el alma de la Iglesia. La Profecía es el Pentecostés que perdura;
la Profecía es la que nos transmite el Evangelio.
Cuadro de los profetas escritores
SIGLO VIII
|
Amós 740-730
NORTE capítulos: 9
|
Oseas NORTE capítulos:
14
|
Isaías I 742-700 capítulos
1-39 39 Hay oráculos posteriores
|
Miqueas 722-701 capítulos :
7
|
SIGLO VII
Fin de la monarquía y paso al destierro
|
Jeremías 626-586
capítulos 52
|
Baruc (su secretario)
capítulos 6 Libro narrativo
|
Nahum 612
capítulos 7
|
Habacuc 605
capítulos 3
|
Abdías c. 586/585 un capítulo
1
|
Sofonías 628-622
capítulos 3
|
SIGLO VI y siguientes Profetas del
destierro y postexilicos
|
Ezequiel 593-573 capítulos:
48
|
Isaías II 540 capítulos 40-55;
16 Deuteroisaías
|
Isaías III ? 515-510 capítulo
56-66 11 Tritoisaías
|
Ageo 520-515 capítulos:
2
|
Zacarías I 520-515 capítulos
1-8 8
|
Joel 500-350? capítulos
4
|
Jonás capítulos: 4
|
Zacarías II capítulos 9-14:
6 Deuterozacarías
|
Malaquías capítulos: 3
|
Dejamos de lado al Profeta Daniel, que es literatura
de género apocalíptico.
Suman, en total, 239 capítulos que integran los libros
de los Profetas Mayores: Isaías, Jeremías, Ezequiel [y Daniel], y los Doce
Profetas Menores.
La especificación de fechas la
hemos tomado de un artículo de Dennis Bratcher (en Internet). Es claro que
tenemos que proceder con números aproximativos. Muy sensata la observación que
hace este autor, en el caso a propósito de Amós: "Por ejemplo, es claro
que la colección de sermones y narraciones de Amós tuvo que pasar por un editor
(que revisó la redacción) en el reino del Sur después de la destrucción de
Jerusalén en el año 587 a. C., más o menos unos 150 años después del ministerio
de Amós en el reino del Norte (Am 9,11-15)".
Nota litúrgica
Tres leccionarios litúrgicos
1. Los cristianos que acuden a la
Eucaristía únicamente para la celebración del día del Señor, tendrán una
lectura representativa de los profetas distribuidas en los ciclos A, B y C.
2. Los que celebran la Eucaristía
diariamente tendrá una selección nutrida a través de un ciclo bienal.
3. Los cristianos que además rezan
todos los días el Oficio de lectura, disfrutarán de una mayor riqueza.
He aquí cómo se distribuye la
lectura del Antiguo Testamento en las 34 semanas "per annum" del
ciclo bienal de lecturas, que es el ciclo editado en la Liturgia de las Horas
en México (En la edición castellana de la Conferencia Episcopal Española,
lamentablemente, por ahora se ha editado sólo el ciclo anual).
"Los libros de la Antiguo
Testamento se distribuyen según la Historia de la Salvación: Dios se revela a
sí mismo en al decurso de la vida del pueblo, que es guiado e iluminado
paulatinamente.
Por ello, los Profetas son leídos
entre los Libros Históricos, teniendo en cuenta el tiempo en que vivieron y
enseñaron.
Así, el PRIMER AÑO
la serie de lecturas del
Antiguo Testamento presenta juntamente los libros históricos y los oráculos de
los Profetas desde el libro de Josué hasta el tiempo del exilio inclusive.
El SEGUNDO AÑO,
5. después de las lecturas del
Génesis que se han de realizar antes de Cuaresma, se continúa la narración de
la Historia de la Salvación desde el exilio hasta los tiempos de los Macabeos.
6. En ese mismo año se incluyen,
además, los profetas más recientes, los libros sapienciales y las narraciones
de los libros de Esther, Tobías y Judit" (Institución general de la
Liturgia de las Horas, 152).
Téngase también presente que
"en tiempo de Adviento se leerán, siguiendo una antigua tradición, las
perícopas del libro de ISAÍAS, en lectura semicontinua, alterna en años
alternos. Se leerán además el libro de Ruth y algunas profecías del libro de
Miqueas..." (IGLH 147).
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