domingo, 31 de agosto de 2014

2. Los profetas, el corazón de Dios en la Historia

Nota 2



Los profetas, el corazón de Dios en la Historia


La clave de la Escritura

    1. ¿Qué son los Profetas? El corazón de Dios en la Historia. El "corazón" de Dios es la voz de Dios; la Historia es la única historia que existe en la Biblia, la "historia de salvación. Dios no puede tener con los hombres otra historia que historia de salvación.

    2. Con los profetas nos adentramos en las puras esencias de la Biblia. Hasta diríamos que son el centro de la revelación. La FE, expresión que en este momento quiere abarcar todos los componentes de la relación de Dios con el hombre, tiene tres expresiones indisolubles, ayer como hoy:
    - la Alianza, codificada en Normas de vida revelada;
    - el Culto, proyectado en el servicio a la Comunidad y toda la familia humana;
    - la Profecía, alma de la Alianza y el Culto.

    3. La Profecía, pues, que podemos considerarla como la vibración del Espíritu en la vida, y por lo mismo en la historia, es el conglutinante de toda actividad y expresión de la Fe, incluida la Sabiduría, que en Israel es la meditación de la Torá, para que la Sabiduría tenga el efluvio de la revelación; es el alma de la Palabra de Dios.

    4. La Escritura, para el pueblo de la primera Alianza, se compone de tres partes: TORÁ (Ley de la Alianza, establecida sobre los hechos de la Historia de salvación); NEBIÍM o Profetas (plural de Nabí, profeta); y KETUBIM o Escritos (plural de Katub, participio, que significa "escrito").
    De otra parte, puede resumirse en este binomio: La Ley y los Profetas, como se ve en Mt 5,17: "No penéis que he venido a abolir la LEY Y LOS PROFETAS".
    Se puede pensar que lo principal es la Torá, que persiste incluso en el cielo, porque el cielo será el estudio incesante de la Torá, en la que Dios ha puesto sentidos infinitos.
    La Torá
    - es el Código de la Fe,
    - es la manifestación de la voluntad de Dios que hace Alianza de amor con los hombres,
    - es la Historia de salvación de Dios con los hombres, pues Dios sólo se revela haciendo historia con nosotros.
    Diríase, por tanto, que la Torá es lo más importante, y que, incluso, en la Torá está todo.
   Ahora bien, la Torá llega a nosotros comunicada como Palabra profética. El texto con que comienzan estas notas de clase son un texto profético, por cuanto que los mandamientos y la Alianza están orientados con la voz de Dios, que los profetas nos transmiten: Escucha, Israel: Shemá, Yishrael...
   
    5. Por ello, la Profecía es la Tradición de Dios en la Historia, la fidelidad de Dios a su propio amor, el recordatorio constante de la Alianza. En este sentido decimos que la Profecía es el alma de la Escritura.

    6. Y la estructura de la fe de la Iglesia podemos decir lo mismo: la Profecía, es decir, el Espíritu en al Iglesia, es el alma de la Iglesia. La Profecía es el Pentecostés que perdura; la Profecía es la que nos transmite el Evangelio.


Cuadro de los profetas escritores

SIGLO VIII
Amós 740-730    NORTE    capítulos: 9   
Oseas  NORTE  capítulos: 14   
Isaías I  742-700  capítulos 1-39    39    Hay oráculos posteriores
Miqueas  722-701  capítulos : 7   


SIGLO VII    Fin de la monarquía y paso al destierro
Jeremías 626-586    capítulos    52   
Baruc (su secretario)    capítulos    6    Libro narrativo
Nahum  612    capítulos    7   
Habacuc 605    capítulos    3   
Abdías c. 586/585    un capítulo     1   
Sofonías 628-622    capítulos    3   


SIGLO VI y siguientes        Profetas del destierro y postexilicos
Ezequiel 593-573  capítulos: 48   
Isaías II  540  capítulos 40-55;    16  Deuteroisaías
Isaías III ? 515-510    capítulo 56-66    11    Tritoisaías
Ageo  520-515   capítulos: 2   
Zacarías I 520-515  capítulos 1-8    8   
Joel 500-350?  capítulos    4   
Jonás  capítulos: 4   
Zacarías II  capítulos 9-14: 6    Deuterozacarías
Malaquías  capítulos: 3   


Dejamos de lado al Profeta Daniel, que es literatura de género apocalíptico.
Suman, en total, 239 capítulos que integran los libros de los Profetas Mayores: Isaías, Jeremías, Ezequiel [y Daniel], y los Doce Profetas Menores.

    La especificación de fechas la hemos tomado de un artículo de Dennis Bratcher (en Internet). Es claro que tenemos que proceder con números aproximativos. Muy sensata la observación que hace este autor, en el caso a propósito de Amós: "Por ejemplo, es claro que la colección de sermones y narraciones de Amós tuvo que pasar por un editor (que revisó la redacción) en el reino del Sur después de la destrucción de Jerusalén en el año 587 a. C., más o menos unos 150 años después del ministerio de Amós en el reino del Norte (Am 9,11-15)".

Nota litúrgica

    Tres leccionarios litúrgicos

    1. Los cristianos que acuden a la Eucaristía únicamente para la celebración del día del Señor, tendrán una lectura representativa de los profetas distribuidas en los ciclos A, B y C.
    2. Los que celebran la Eucaristía diariamente tendrá una selección nutrida a través de un ciclo bienal.
    3. Los cristianos que además rezan todos los días el Oficio de lectura, disfrutarán de una mayor riqueza.
   
    He aquí cómo se distribuye la lectura del Antiguo Testamento en las 34 semanas "per annum" del ciclo bienal de lecturas, que es el ciclo editado en la Liturgia de las Horas en México (En la edición castellana de la Conferencia Episcopal Española, lamentablemente, por ahora se ha editado sólo el ciclo anual).

    "Los libros de la Antiguo Testamento se distribuyen según la Historia de la Salvación: Dios se revela a sí mismo en al decurso de la vida del pueblo, que es guiado e iluminado paulatinamente.
    Por ello, los Profetas son leídos entre los Libros Históricos, teniendo en cuenta el tiempo en que vivieron y enseñaron.

 Así, el PRIMER AÑO
     la serie de lecturas del Antiguo Testamento presenta juntamente los libros históricos y los oráculos de los Profetas desde el libro de Josué hasta el tiempo del exilio inclusive.
  
El SEGUNDO AÑO,
    5. después de las lecturas del Génesis que se han de realizar antes de Cuaresma, se continúa la narración de la Historia de la Salvación desde el exilio hasta los tiempos de los Macabeos.
    6. En ese mismo año se incluyen, además, los profetas más recientes, los libros sapienciales y las narraciones de los libros de Esther, Tobías y Judit" (Institución general de la Liturgia de las Horas, 152).
   
    Téngase también presente que "en tiempo de Adviento se leerán, siguiendo una antigua tradición, las perícopas del libro de ISAÍAS, en lectura semicontinua, alterna en años alternos. Se leerán además el libro de Ruth y algunas profecías del libro de Miqueas..." (IGLH 147).

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